Hoy anduve divagando y caminando por Santiago centro.
Hace rato no lo hacía, y cuando eso ocurre lo extraño.
Desde chico vengo escuchando que el centro es feo, peligroso, y cosas negativas, pero
la verdad yo soy un enamorado de santiago centro.
Si algún día me voy de Chile, será algo que extrañaré en demasía.
Hay tanto para caminar, recorrer, descubrir, escuchar, ver, oler...
sí, oler, ese olor caracteristico de las tiendas de galletas Tip Top, o las gotitas que caen en la cabeza y que provienen de los equipos de aire acondicionado de los edificios, las bolas de los faroles del forestal y las distintas plazas que siempre están llenas de caca de paloma, la cantidad de nuevas tiendas dedicadas a la venta de dvd's y libros,
-!La siundÁAAAAAAAA!
-pregunte no más caballero son puros estrenos... a luca y dos por mil quinientos-
-!La SiundÁAAAAAAAA!
pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi (luz verde)
algo eché de menos eso si, en el Portal Fernández Concha, en una de las salidas por Ahumada, no estaba el señor ciego tocando tangos, sólo un número indeterminado de seres quietos dispuestos a moverse por una moneda, y otros tantos con la cara blanca, una maleta y un pitito en la boca haciendolas de mimo...
desde niño amo el centro de Santiago, caminar sin rumbo por las calles donde nadie se ve, pero estorba, donde nadie se habla, pero interviene, donde se cruzan las miradas, pero no las vidas.
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1 comentario:
yo tampoco entiendo porque a la gente no le gusta el centro...
voy poco pero me atrae...
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