sábado, 3 de noviembre de 2007

Recuerdos de una tarde en la cama.



La fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristezas. Esquivas a tu corazón y destrozas tu cabeza, y en tu voz, sólo un pálido adios y el reloj en tu puño marcó las tres.
El sueño de un sol y de un mar y una vida peligrosa cambiando lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas, te hace bien, tanto como hace mal, te hace odiar, tanto como querer y más. Cambiaste de tiempo y de amor y de música y de ideas. Cambiaste de sexo y de Dios de color y de fronteras, pero en sí, nada más cambiará y un sensual abandono vendrá y el fin.
Y llevas el caño a tu sien apretando bien las muelas y cierras los ojos y ves todo el mar en primavera,
bang! bang! bang!
hojas muertas que caen, siempre igual, los que no pueden más se van.


Seru Giran. Viernes 3 am.
La grasa de las capitales.

No hay comentarios: